Francisco Márquez García, analiza el sector cerealista y el trabajo que están realizando desde la Universidad de Córdoba.
Una de las tareas que desempañan desde la universidad es supervisar los campos demostrativos que se encuentran en la finca experimental de la propia universidad y en Pamplona, los cuales tienen unas 10 ha cada uno. En las fincas los investigadores de la UCO, una vez haya avanzado el proyecto, realizarán ensayos comparativos en los que en la mitad se realizarán las prácticas más comunes de la zona basadas en el laboreo y un uso convencional de insumos. En la otra mitad se implantarán una serie de buenas prácticas (BPAs) enfocadas en mejorar la eficiencia en el uso del carbono.
Además, en estos campos se están llevando a cabo balances de ciclo de vida del carbono en ambas alternativas y balances económicos, pues uno no puede olvidar que por muy buena que ambientalmente sea una práctica si incide negativamente en la rentabilidad de la explotación muy difícilmente será adoptada por los agricultores. En este sentido en el campo demostrativo de la UCO, se ha conseguido reducir los costes de cultivo en las BPAs respecto al sistema convencional, alrededor de 30 €/ha, y además se ha incrementado la producción de trigo en más de 125 kg/ha.
Innovaciones que se están probando en las fincas
Estas se basan principalmente en la implantación de técnicas de agricultura de conservación como la siembra directa. Además, de nuevas tecnologías como el uso de sistemas de ayuda al guiado en la maquinaria de cultivo, distribución variable de insumos, o la recolección con monitor de rendimiento, etc. Finalmente se trabaja en la aplicación racional de fertilizantes utilizando nuevas moléculas y utilizando la información que se puede obtener de los satélites o de vuelos con dron básicamente. Analizando así la variabilidad del NDVI de los cultivos y su termografía.
Obstáculos en la incorporación de estas tecnologías y prácticas agrícolas respecto al manejo del suelo actual
Un importante obstáculo es la carencia de maquinaria específica en muchas de las explotaciones, aunque esto puede ser suplido por empresas de prestación de servicios agrícolas, que se están tecnificando muy rápidamente. Sin embargo, quizás el mayor de los escollos sea la mentalidad de los propios agricultores, que en muchas ocasiones y habitualmente ligado a una elevada edad de los mismos, hace que la adopción de estas técnicas no se lleve a cabo no por falta de capacidad tecnológica, sino por motivos culturales.
Medidas o herramientas que ayudan a la hora de la siembra y recolección de la cosecha
A la hora de la implantación del cereal la siembra directa se ha mostrado como una herramienta eficaz para mejorar el manejo del cultivo, aunque es importante reseñar que esta práctica responde mejor cuando se acompaña de una rotación adecuada de cultivos, pues facilita el manejo de malas hierbas y mejora la fertilidad natural del terreno. En cuanto a la recolección, es importante realizarla con cosechadoras dotadas de monitor de rendimiento, lo que nos permite conocer con exactitud cuál es la productividad de cada zona de la parcela y realizar un abonado variable en función de esta.