Innovatrigo cierra la primera anualidad del proyecto con resultados excelentes

• Con la puesta en práctica de las BPAs, se ha incremento el beneficio bruto de los agricultores en más de un 18,5 % respecto a los manejos convencionales
• Asimismo, se han conseguido reducir las emisiones de gases contaminantes en un 25%, debido a las operaciones de cultivo

El Grupo Operativo Supraautonómico Innovatrigo ha concluido con éxito la primera anualidad de este proyecto, que finalizará en julio 2020, y continúa trabajando por la mejora de la sostenibilidad ambiental, económica y social en la producción de trigo español, a través de todos los eslabones de la cadena de valor del pan, promoviendo etiquetados de calidad ambiental y climática.

En palabras de los coordinadores del proyecto Innovatrigo, Jesus A. Gil Ribes y Francisco Márquez García, investigadores del GI AGR 126 “Mecanización y Tecnología Rural” y responsables de la Finca Experimental de Rabanales de la Universidad de Córdoba, el balance de esta primera anualidad ha sido muy positivo. Se ha demostrado cómo las Buenas Prácticas Agrícolas (BPAs) han conseguido no sólo incrementar la producción, sino que se han disminuido los costes de producción en unos 42 €/ha. Esto supone un incremento del beneficio bruto de los agricultores en más de un 18,5% respecto a los manejos convencionales. Estos resultados han sido alentadores en cuanto a los aspectos agronómicos y económicos del cultivo, y brillantes en cuanto a sus efectos sobre el cambio climático, al reducirse el nivel de emisiones de gases contaminantes en alrededor de un 25% debido a las operaciones de cultivo.

En esta segunda fase, que hemos iniciado en septiembre y que concluirá en julio de 2020, estamos trabajando en un sistema de certificación de trigo bajo en emisiones, como garantía de valor añadido complementario. Asimismo, estamos desarrollando los requisitos para la recepción y almacenamiento del grano en una cooperativa, para el procesado de este en la industria harinera, la producción de pan y su posterior distribución. Además, el producto final se etiquetará, atendiendo a esta forma sostenible, con un sello de producción de trigo bajo en emisiones, explica Márquez.

Para José María Basanta, secretario general de la Asociación Española de Técnicos Cerealistas (AETC), miembro representante ante la administración, hay muy buena comunicación y coordinación entre los miembros que participamos en el proyecto, en el que la implicación del eslabón final de la cadena, Carrefour y sus proveedores de harina y pan, es especialmente destacable, confirmando su interés en este proyecto, que va alineado con su compromiso con el cliente y con la sostenibilidad de los productos y servicios que presta al consumidor.

Al comercializar estos panes bajos en emisiones, se transmite al consumidor que la cadena de suministro ha cumplido con el objetivo: minorar las emisiones de gases de efecto invernadero en la producción de los trigos utilizados, y reequilibrando la sostenibilidad económica, ambiental y social del cultivo de los mismos, asegura Basanta.

Por otro lado, y tal y cómo se ha venido haciendo en la primera fase del proyecto, se van a seguir desarrollando acciones de formación y transferencia, con la organización de jornadas de campo tanto en las fincas experimentales de Navarra y Córdoba, como en otras regiones productoras de España en las que se expondrá el trabajo que desarrollado.

Con el objetivo de evaluar el grado de conocimiento de las BPAs, se va a poner en marcha en nuestra web innovatrigo.es, un curso online a través del cual se podrá obtener un certificado emitido por la propia Universidad de Córdoba (UCO). Además, se continuará trabajando, de la mano de las Administraciones Públicas, para la creación y fomento de políticas de apoyo a la agricultura innovadora y sostenible ambiental, económica y socialmente.